El principal cometido de los filtros es recoger toda la grasa evaporada que se genera al cocinar.
Esta grasa cuando los filtros no se limpian con asiduidad se va acumulando y solidificando formando una especie de gelatina,a la que hay que sumar sudores y proliferación de bacterias... esa gelatina al volverse a calentar con el calor de la cocina se derrite y empieza a gotear encima de la comida que se está cocinando.
Por eso, Voy a Comer en ha creado una nueva certificación que distingue a todos esos locales que hacen una limpieza exhaustiva de los filtros de la campana y aseguran al cliente que no hay posibles contaminaciones.
Encuentra la certificación a la entrada de cada local perteneciente a la guía Voy a Comer en.