Por los diferentes salones y dependencias de los que dispone el hotel, la organización distribuyó a las quince firmas jamoneras y quince bodegas que apostaron por el evento, a las que se sumaron un establecimiento franquiciador y el Casino Monza, alguna de ellas nuevas en el evento, pero otras fieles desde la primera edición. Firmas que estuvieron representadas por personal directo de las mismas o por sus distribuidores en el Principado de Asturias, encargados de suministrar la información sobre sus elaboraciones e invitar a degustar las mismas.
En la planta -1, en el salón Urriellu se encontraban las mesas de las firmas: Arturo Sánchez, Bellotera, Ceferino Parra y Geminiano, compartiendo espacio con las bodegas Fontana-Quinta de Quercus, Larchago, Peregrino y Ramón Bilbao. En la misma planta, en el cocktail-bar, de nuevo repitió Makro Cash & Carry, que presentó la amplía gama de vinos que embotella con marcas propias y Pradobello, su marca de jamones.